DESTETE
El fin de una etapa temida y soñada
Sientes que va llegando la hora, que esta etapa de la lactancia está llegando a su fin.
Lo vives con ambivalencia. Hay ocasiones en las que ya no puedes más y deseas que acabe lo más rápidamente posible. Otras veces tu bebé te mira, desde ahí abajo, enganchado a su teta; el mundo se para y no quieres que este momento termine nunca.
Tranquila, la mayoría de las madres lactantes viven entre estos dos sentimientos de manera frecuente. Dar el paso y tomar la decisión solo os pertenece a ti y a tu hijo.
Qué es el destete: algo más que dejar la teta
El destete tiene diferentes significados según las culturas e incluso según los idiomas.
En castellano, el término destetar significa “quitar la teta”, lo que representa una decisión unilateral de la madre en un momento concreto.
En inglés, por su parte, el término que describe esta realidad es weaning, el cual significa “acostumbrar al niño a alimentarse con otros alimentos distintos a la leche materna”, lo que señala un proceso gradual por el cual la lactancia se irá sustituyendo paulatinamente por otros alimentos.
Lejos de la concepción de “abandono de la lactancia a nivel nutricional”, debemos entender el destete como un proceso emocional en el que tanto el niño como la madre podrán experimentar sentimientos de frustración, abandono, culpa, …, y deberán aprender a relacionarse de una forma diferente.
En la mayoría de las lactancias, la decisión de destetar será unilateral, siendo la madre o el niño el que tomará la iniciativa por necesidades propias o ajenas.
Actualmente, sabemos que no hay una edad indicada científicamente para abandonar la lactancia. Con todo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y la lactancia materna junto otro tipo de alimentos hasta los 2 años o más, siendo la decisión de destetar únicamente de la madre o el niño.
Debemos tener en cuenta que el destete no es sólo un cambio en la dieta del niño, sino que es un asunto con una gran repercusión emocional para ambos.
En la mayoría de las lactancias, la decisión de destetar será unilateral, siendo la madre o el niño el que tomará la iniciativa por necesidades propias o ajenas.
Tipos de destete
Natural o forzoso, pero siempre respetuoso
Destete natural
Es el destete que se produce de manera espontánea a partir del año de vida.
Por motivos biológicos, este proceso no suele ocurrir antes que el bebé cumpla 1 año, ya que hasta entonces la leche materna es el alimento principal de la dieta. Si el destete ocurre de manera natural antes del año de vida, suele haber una causa que ha precipitado este proceso. Como ejemplos, la incorporación de la madre al trabajo, la lactancia mixta u horarios muy rígidos de las tomas.
Los estudios antropológicos han intentado saber cuál es la edad natural de destete de la especie humana, llegando a la conclusión de que, de manera natural, el destete se produciría entre los 2 y 7 años de edad.
Por tanto, el destete natural no es algo planificado, sino un fenómeno que se desencadena en el momento idóneo a nivel madurativo y nutricional, y que suele venir dado por una experiencia positiva de la madre y el bebé viviendo su lactancia.
Casi todas las madres que he conocido que han vivido lactancias largas y han esperado a que este destete natural surgiera, no se imaginaban que iban a dar el pecho durante años cuando se quedaron embarazadas.
Destete parcial o total
A menudo, cuando hablamos de destete, la mamá se imagina que esto conlleva el cese absoluto de la lactancia materna, y nada más lejos de la realidad. Si atendemos a la definición inglesa, el destete es un proceso. Un proceso que puede durar días, semanas o meses, y en el que todas las medidas intermedias son tan válidas como el destete total.
Puede que sientas que ha llegado el momento de terminar por completo con tu lactancia o que haya una indicación clara que te lleve al destete total. O también es posible que sientas que aún no ha llegado ese momento, aunque necesites o desees limitar ciertas tomas.
El destete parcial suele plantearse en situaciones necesarias u obligadas, ya sea la incorporación de la madre al trabajo remunerado, lo que va a suponer estar varias horas separada del bebé. En este caso podemos optar por realizar una “lactancia diferida” en la que la madre se saca leche en el trabajo en las horas en las que está ausente y dicha leche se le ofrece al día siguiente al bebé en ausencia de la madre.
No obstante, el destete también puede desplegarse en situaciones en las que la madre siente que la experiencia de la lactancia completa esta siendo extenuante o agobiante y necesita “descansar” para encarar con más fuerzas el resto de horas del día.
El destete parcial más frecuente que nos encontramos es el destete nocturno.
¿Destete total o parcial? Ten en cuenta que un término medio también es válido durante la lactancia.
Destete nocturno
Cuando las noches se hacen demasiado duras, pero la lactancia sigue siendo vuestro deseo
Dar el pecho funciona como un somnífero natural para los bebes. La leche materna contiene melatonina y la succión del pecho es muy relajante para los bebés y niños lactantes. Esta asociación succión-sueño se mantiene a lo largo de la noche, lo que en ocasiones se traduce en muchos despertares.
Es muy frecuente que las madres estemos exhaustas tras noches y noches de muchos despertares y no dormir de seguido durante meses, pero no nos importa seguir con la lactancia en el día. A partir del año de vida, podemos interrumpir la lactancia materna en la noche sin constituir un perjuicio en la producción de leche durante el día.
Es recomendable destetar de manera progresiva, consiguiendo un equilibrio entre la aceptación del bebé y la regulación de la producción de leche de la madre.
El método PADRE
Cuando las noches se hacen demasiado duras, pero la lactancia sigue siendo vuestro deseo.
Dar el pecho funciona como un somnífero natural para los bebes. La leche materna contiene melatonina y la succión del pecho es muy relajante para los bebés y niños lactantes. Esta asociación succión-sueño se mantiene a lo largo de la noche, lo que en ocasiones se traduce en muchos despertares.
En ocasiones, es más sencillo apoyarnos en la pareja para atender los despertares de la noche sin pecho, una estrategia que adopta el nombre de “Método Padre”, aunque realmente lo puede hacer cualquier persona que tenga una relación importante con el peque y éste acepte de buen grado en el día.
Con este método, será la pareja la que se ocupará durante toda la noche del bebé, ofreciéndole comida, mimos, apoyo emocional, …
Cabe destacar que este plan no es válido para todas las parejas. Para que funcione, es esencial que el bebé tenga una relación estrecha con el papá durante el día y que le acepte en momentos de estrés, rabietas, enfados, etc. Para reforzar este vínculo, deberemos incluir al padre en la rutina de la noche, desde el momento de baño hasta la cena y la última toma. Generalmente, cuando papá es bien aceptado en todos estos momentos, este también será aceptado en los posteriores despertares nocturnos.
Este tipo de herramienta no es única. Hay muchas otras formas, más paulatinas y graduales, de ir desasociando el pecho como apoyo de sueño en la noche. A través de distintos cauces, podemos dejar únicamente las tomas nutritivas o sustituir aquellas que sí lo sean por un biberón, provocando un gran cambio sin sacar a mamá por completo de la ecuación. En ocasiones, las relaciones entre mamá y bebé son tan estrechas que es preferible una mamá sin teta que cualquier otra persona o, a veces, puede dar la circunstancia de que no hay papá ni cuidador disponible por las noches.
En Emmatrona somos expertas en sueño y destete y nos ajustamos a los objetivos de la madre, guiándola para realizar un destete nocturno progresivo que facilite la comprensión y aceptación del bebé a nivel emocional y la regulación de la producción de la leche materna para evitar complicaciones en este momento.
Destete voluntario
Sólo mamá o el bebé tienen derecho a decidir
Nos referimos a este tipo de destete cuando está dirigido por el bebé o la madre.
Cuando el bebé decide
El destete dirigido por el bebé suele ocurrir a edades bastante tardías, sobre los 3, 4 o 5 años. Simplemente, el niño deja de hacer tomas, espaciándolas cada día más y más.
Si sucede a una edad muy temprana (menor de 1 año), estos suelen ser “falsos destetes” o “huelgas de lactancia”. Esta situación no viene dada porque el bebé no quiera mamar, sino que no puede mamar por alguna circunstancia y lucha contra el pecho demostrando enfado y rechazo al mismo.
Las circunstancias más frecuentes que pueden dar lugar a esta situación suelen ser: dolor (en dientes, garganta o alguna zona del cuerpo), mala experiencia en la toma anterior como susto o dolor, un nuevo embarazo o cambios en la rutina familiar que le afecten a nivel emocional.
Cuando es la mamá quien decide
Por otra parte, el destete también puede estar dirigido por la madre. Son muchas las causas y situaciones que pueden llevar a la madre a sentir la necesidad de terminar con la lactancia.
En la mayoría de las ocasiones, este deseo suele llevar a experimentar sentimientos de culpa y a posponer esta decisión algo de tiempo.
Tener ganas de destetar y sentir que ha llegado el momento puede no coincidir con el interés o deseo del niño. Si es un bebé menor de 1 año, es probable que sea algo más sencillo, pero los niños más mayores que tienen claro que quieren continuar mamando pueden ponerlo realmente difícil.
Es en los destetes dirigidos por la madre donde tendremos que actuar con más tiempo, paciencia, empatía y poner en práctica toda una serie de herramientas que le lleven a la aceptación de la nueva situación.
Y, es en este tipo de destetes donde, en Emmatrona abogamos por ser sinceras y respetuosas con las necesidades emocionales de nuestros hijos.
Destete forzado
Cuando los riesgos superan a los beneficios
Hablamos de destete forzado, forzoso o impuesto cuando hay una causa ajena a la madre y al bebé que impide continuar con la lactancia.
Debo decirte que hay muy pocas situaciones que realmente estén justificadas para interrumpir la lactancia materna y debemos ser muy cautos a la hora de dar este tipo de recomendaciones.
Las causas más frecuentes de este tipo de destetes son por enfermedad materna o del bebé, agitación por amamantamiento o en el caso de situaciones especiales como divorcio o separación.
Si finalmente hemos evaluado riesgo-beneficio y es estrictamente necesario realizar el destete, entonces la siguiente cuestión es evaluar cuánta urgencia tenemos para que este destete suceda y cómo podemos manejar la situación de la mejor manera posible.
Si la causa que está provocando el destete es grave y necesita premura, nos centraremos en realizar un destete brusco y rápido. Por el contrario, si hay una causa suficientemente importante pero que no exige tanta rapidez, podemos plantear un destete progresivo.
Es importante añadir que, aunque el destete sea brusco o lo más rápido posible, puede ser respetuoso, ya que el hecho de que sea respetuoso va mucho más allá de únicamente el tiempo.
En este tipo de destetes debemos actuar de tal forma que nos centremos en 3 aspectos:
Sin duda, si tu caso es el un destete forzoso, rodearte de profesionales que te ayuden a manejar los aspectos emocional, nutricional y de salud de la mejor manera posible puede ser vital para tener una experiencia adecuada del destete.
Cuándo iniciar el destete
Dicho todo esto, ¿cuándo podemos o debemos iniciar el el proceso de dejar de dar el pecho? Claramente no hay una respuesta universal, sino que va a depender mucho de las circunstancias de cada bebé y de cada mamá.
Si durante una huelga de lactancia, la mamá ya se estaba planteando destetar, se puede aprovechar este momento para que haya mejor aceptación.
A veces, la necesidad viene dada por algún elemento externo como tratamientos incompatibles con la lactancia, un nuevo embarazo, … y, otras veces, será esa necesidad imperiosa de terminar con la lactancia por parte de la madre. Esta necesidad se puede ver traducida en un sentimiento de angustia y ansiedad cuando el bebé/niño se pone a mamar y que automáticamente puede generar en la madre la necesidad imperante de evitar que esa toma suceda. A esta situación lo llamamos “agitación por amamantamiento” y sucede cuando la cabeza aún dice que no, pero el corazón ya sabe que ha llegado el momento.
Cuántos días dura el destete
Y la misma respuesta daremos a la siguiente pregunta, ¿cuánto tiempo dura el destete? Claramente, esto va a depender del tipo de destete que realicemos y las circunstancias que nos han llevado a él, pudiendo durar desde pocos días hasta meses.
El destete a nivel “físico”, es decir, la reducción de la producción de leche materna, no es un proceso demasiado largo, pudiendo realizarse en días o pocas semanas.
Sin embargo, el destete emocional, por el que mamá y bebé deben transitar y aprender a relacionarse de otro modo, ese puede llevar semanas e incluso meses y va a depender de muchos factores que acompañen a cada situación y a cada familia.
Cómo destetar un bebé según su edad
El destete de 0-6 meses
El destete de un niño menor de 6 meses tiene como particularidad la necesidad de recurrir a la introducción de sucedáneos de leche materna para sustituir las tomas.
La sustitución de leche materna en esta etapa es un proceso gradual que requiere paciencia dado que necesitamos la adaptación del bebé a un nuevo sabor y otro método de alimentación.
Además, es importante vigilar la producción de leche para realizar una disminución gradual de ésta y evitar molestias en el pecho o problemas más serios como ingurgitación o mastitis. En el caso de notar molestias en el pecho, dolor o sensación de plenitud se debe realizar extracción manual de pequeñas cantidades de leche hasta mejorar la molestia y espaciar la retirada de tomas unos días más para que el pecho se adapte al proceso, aunque se realice de manera más lenta.
El destete de 6-12 meses
En este momento donde se inicia la alimentación complementaria, los bebes comienzan su destete natural progresivo.
En esta etapa los bebes se alimentarán de lactancia materna o leche de fórmula, su alimento principal. Junto con la leche tomarán alimentos sólidos como complemento. Y este es debido a que los requerimientos nutricionales a partir de esta edad, en algunos componentes esenciales como el hierro, comienzan progresivamente a aumentar y la leche materna en este caso concreto comienza a necesitar un refuerzo.
Si se desea realizar un destete en esta etapa las tomas de leche deben aún sustituirse por lactancia artificial. A medida que avancen los meses y la alimentación complementaria esté controlada podemos disminuir la cantidad de leche y sustituir alguna toma por sólido/triturado, asegurándonos un aporte de unos 400-500 ml de leche o 4-5 tomas nutritivas de leche materna aproximadamente.
El destete en mayores de 1 año
A menudo, cuando llegamos a esta etapa, la madre decide comenzar con un destete parcial nocturno. A partir de la edad de 1 año es posible hacerlo sin poner en riesgo la lactancia en cuanto a producción, ya que la leche comienza a no ser el alimento principal del bebé.
Sin embargo, el destete nocturno puede resultar duro debido a que la asociación fisiológica lactancia materna-sueño a partir del año va resultando de gran ayuda en la conciliación y atención de los despertares nocturnos.
Debemos tener en cuenta que, al limitar las tomas nocturnas o eliminarlas por completo, la demanda durante el día puede aumentar y necesitamos tener un aporte calórico adecuado en 24 horas para no tener déficits nutricionales y actuar con seguridad.
Para llevar un control de las tomas que realiza tu peque en la noche siempre es necesario realizar un diario de tomas en 24 horas que incluya además si toma otro tipo de alimentación para, de manera aproximada, saber qué toma podemos ir eliminando o cuál es la que nos resultaría más fácil.
Cuando realizáis el plan de destete con Emmatrona, nosotras nos encargamos de hacer dicha evaluación a nivel nutricional y calórico, buscando la alternativa más gradual y respetuosa con los ritmos de tu bebé tanto a nivel físico como emocional.
El camino hacia el destete respetuoso
Todas las lactancias están determinadas a finalizar en algún momento. A las puertas de su fin, se encuentra el destete como última etapa. Pero, a menudo la lactancia no es algo que sólo podamos entender como una forma de alimentación a nuestro bebé, sino que significa mucho más.
Para cada madre y cada bebé la lactancia tendrá un significado diferente, sin embargo, hay un sentimiento común en la mayoría de las familias con las que trabajamos: la lactancia es una forma de relacionarse con nuestros hijos, es un vínculo inigualable entre mamá y bebé, es una forma de conectar con él, de darle seguridad, tranquilidad y amor.
La teta pasa a ser una herramienta muy poderosa para calmar cualquier mal que nuestro peque sienta. Cualquier angustia, miedo o dolor será fácilmente aplacado por el pecho.
Entonces, ¿qué pasa cuando la lactancia se acaba? ¿Perdemos las mamás nuestra capacidad de consolar, tranquilizar y conectar con nuestro bebé? La respuesta a estas preguntas es el mayor temor de la mayoría de las madres que están llegando al fin de sus lactancias. Muchos pensamientos se agolpan: ¿podré ser mamá sin teta?, ¿podré calmar a mi bebé de otra forma?, ¿dejaremos de tener esta relación tan especial que nos une ahora mismo?, ¿podré dormir a mi bebé sin que llore ni sufra?
La respuesta es sí, ¡podrás! Nosotras no tenemos ninguna duda, aunque tú ahora las tengas todas.
Es necesario abordar esta etapa desde una perspectiva respetuosa para el peque y la mamá. Pero, ¿respetuoso significa lentamente? No, no tiene por qué. Hay destetes muy rápidos que pueden ser respetuosos. Cada familia tendrá que decidir su nivel de urgencia y la rapidez que están dispuestos a llevar.
Destete respetuoso significa tener en cuenta las necesidades físicas y emocionales del peque que va a ser destetado. Por una parte, sus necesidades nutricionales y, por otra, y quizá la más importante, sus necesidades emocionales. No se trata de callar un llanto lo antes posible, sino de validar y acompañar cada emoción desde la calma y la tranquilidad. Se trata de enfocar el plan con las ideas claras y manejando los sentimientos de culpa que este puede traer consigo.
El destete es un duelo, un duelo para el bebé y un duelo para la mamá. Y como la mayoría de los duelos, es necesario transitar cada una de sus fases para poder superarlo. Al igual que en otras ocasiones de la vida, este duelo será muchos más sencillo de transitar si lo hacemos acompañadas.
¿Acompañadas de quién? Acompañadas de profesionales que tengan en sus manos estrategias, herramientas y, sobre todo, experiencia. Una experiencia y conocimiento que surge de haber vivido esto mismo con otras madres y, asimismo, de haberlo experimentado en sus propias carnes como madres.
Asesoras especializadas en destete
En Emmatrona te proponemos que no abordes esto tú sola, sino a nuestro lado. Somos un equipo de matronas especializadas en la lactancia y podemos ayudarte tanto en los inicios como en los finales, proporcionándote muchos recursos y herramientas para que sea un éxito.
Podemos ayudarte a:
Te tendemos la mano y todos nuestros conocimientos para elaborar el plan que mejor se adapte a vuestra situación. Los diferentes tipos de planes están pensados para diferentes situaciones y tipos de familia, unos pueden necesitar apoyo diario, otros, en cambio, ir más a su ritmo sin presionarse por el tiempo, …
Y, ¿qué sucede tras el destete?
Tras el destete, tu cuerpo puede sufrir determinados cambios tanto a nivel físico como a nivel emocional.
Por un lado, debemos estar atentos a los signos de alerta que puedan implicar una mastitis u obstrucción mamaria.
Es importante que tras varios días sin mamar observes tu pecho y vigiles posibles signos de infección: enrojecimiento, ingurgitación, dolor, fiebre o malestar general pueden ser indicadores de alarma y será necesario consultar con tu matrona o médico.
Por otro lado, es posible que pases un proceso de duelo por la pérdida de una etapa tan vital como la lactancia.
Los sentimientos de ambivalencia ante la nueva situación en la que disfrutas de la “libertad” de no darle el pecho junto con la pena y la culpa por la pérdida de esos momentos de intimidad y vínculo con tu peque, son de lo más frecuente.
Verbalizar esta ambivalencia, así como los sentimientos tanto positivos como negativos que te genera dicha pérdida y conocer las diferentes etapas del duelo que atravesarás en este proceso de destete son esenciales para superarlo y cerrar dicha etapa como se merece.
En Emmatrona os acompañamos en estas etapas del destete y lo hacemos de una manera muy bonita en las diferentes sesiones.
Cuando contrates tu plan de destete completo, adquirirás tu caja de despedida del destete. En esta caja te proponemos una serie de actividades para realizar tu despedida.
Si deseas también puedes adquirir tu caja de despedida de destete en nuestra web para realizarlo de forma independiente o regalárselo a alguien que este pasando por este proceso.
¿Puedo ayudarte?
Soy Emma Salado, matrona y responsable de Emmatrona.
Junto a mi equipo de asesoras de lactancia materna podemos guiarte en el proceso físico y emocional del destete de tu bebé.
Contacta con nosotras y te contamos cómo.
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…disfruta de tu bebé…