Asesoras de lactancia materna

Félix tenía 3 años cuando contacté con Emmatrona. Hasta entonces habíamos tenido una elación maravillosa a través de la lactancia y tanto él como yo estábamos cómodos así. Pero llegó su nueva hermanita y yo comencé a tener una sensación desagradable cuando mamaba. Era una ansiedad irrefrenable que me producía rechazo y ganas de apartarle urgentemente de mi pecho. Automáticamente aparecía la culpa, por querer retirarle de lo más preciado para él justo en este momento que acababa de nacer su hermana.

Ellas me explicaron que este sentimiento es totalmente normal, se llama “agitación por amamantamiento”. Yo no había escuchado en mi vida hablar de esto, pero me explicaron que era mucho más frecuente de lo que creía y que era necesario rebajar las necesidades que yo misma me estaba imponiendo.
Realizamos el plan completo, me ayudaron dándome pautas que me guiaran para que Félix fuera aceptando el destete y a la vez conseguir relacionarme con él de otra forma que cubriera su necesidad de vínculo, afecto y seguridad que hasta entonces le daba la teta.

Ha sido un proceso duro, pero no sé qué habría hecho sin acompañamiento. Realmente me vi sola, sin nadie que comprendiera mis sentimientos y nadie que pudiera ayudarme a enfocarme en las posibles soluciones.
Muchas gracias por ayudarme.