bebé con su mamá en verano

El sueño del bebé en verano

Llegan las ansiadas vacaciones y con ellas, nuestras dudas respecto al sueño de nuestro peque. 

Las vacaciones 


Las vacaciones son una época del año para disfrutar y relajarnos. En esta línea, movemos nuestros horarios de comidas y sueño, acostándonos más tarde, madrugando menos y durmiendo más siesta.

Pero, ¿qué pasa con las rutinas y los horarios de nuestros peques? Inevitablemente, también se moverán y debemos ser flexibles y relajarnos un poco.

En este artículo te cuento en qué podemos dar más flexibilidad y en qué debemos insistir a pesar de estar de vacaciones para no volver a casa con una gran regresión de sueño a nuestras espaldas.

Siestas sí, siempre. 


En primera instancia, debemos tener en cuenta sus ventanas de sueño y estar atentos a las señales de sueño que puedan marcar sus siestas. Si bien no conviene saltarse siestas, puesto que esto sólo puede llevarnos al sobrecansancio y a que nuestro peque esté irritable y enfadado el resto del día, sí podemos hacerlas en carro o en coche, o en lugares diferentes a casa. Es preferible que se eche una siesta con luz y movimiento, aunque haya necesitado algo más de apoyo del habitual para dormirse, a que no se eche siesta.

Rutinas y horarios 


Tal y como hemos comentado, las vacaciones implican la flexibilización de nuestros horarios en mayor o menor medida, con la posibilidad de hacerlo también con los de nuestro peque. Ante dicha necesidad de relajar nuestras rutinas, si nuestro peque habitualmente se acuesta muy temprano, podemos ofrecerle una siesta extra por la tarde que nos dé más margen a acostarle un poco más tarde. 

Si, por el contrario, le acostamos más tarde y despierta, a su vez, más tarde, podemos entonces mover los horarios de sus siestas el margen deseado. Pero, si le acostamos más tarde y continúa madrugando igual que antes, debemos pues considerar que este está perdiendo horas de sueño nocturno, lo que puede ir afectado con los días tanto a su humor como a su aguante. 

Mantén su rutina presueño 


En lo que no debemos flexibilizar es en mantener la rutina previa a dormirse. Es decir, mantener su rato previo a dormirse con el ritual al que esté acostumbrado, ya sea, leer un cuento, cantar una canción, masaje y caricias antes de dormir, etc., y que finalmente se duerma en el lugar donde va a dormir el resto de la noche de la forma en la que habitualmente se duerme en casa.

El hecho de que, por horarios, el peque se duerma en el carro o en un lugar distinto a donde luego no se va a despertar, con luz, ruido y apoyo varios, es asegurarnos un desvelo en mitad de la noche cuando se despierte y todas esas condiciones hayan cambiado.

Replica un ambiente de sueño familiar 


Llevad todos sus objetos personales: sábanas usadas, doudou, chupetes, manta, saco de dormir, cuento que leáis normalmente, …, en condiciones similares a las que pueda encontrar en casa. 

Si viajáis a un lugar totalmente nuevo para él, procurad llegar a una hora temprano que le dé tiempo a conocer su nueva habitación, meterle la cuna y dejarle que juegue y explore el ambiente donde va a dormir.

Podéis usar ruido blanco si fuera de la habitación hay ruido o alboroto. 

Intentad mantener la oscuridad total, de vital importancia. 

No cambies su forma de dormirse 


Tened en cuenta que es posible que necesite algo más de apoyo que el que necesita habitualmente en casa. Sin embargo, no es recomendable dar apoyos que ya habías trabajado en retirar y que en casa no le son necesarios (biberón, colecho, …). 

Aceptad que en la noche puede haber más despertares y quizá necesite algo de apoyo para volver a dormirse. De la misma forma, tened presente que a la vuelta a casa puede costarle unos días volver a la rutina por completo.

Disfruta


Seguramente haya días que le notes demasiado cansado o que no consigas que haga unos horarios maravillosos o incluso, aunque tengáis un plan tranquilo, tu peque decida que no es momento de descansar debido al exceso de estímulos nuevos.

Es importante aprender a ser flexibles, no agobiarse en exceso y disfrutar del momento en familia.

Conclusiones

Las vacaciones es una época en la que modificamos nuestras rutinas y horarios habituales y esto puede afectar tanto a bebés como adultos.

El cambio de ambiente de sueño y el sobreestímulo pueden ser verdaderos retos para conseguir que un bebé duerma bien.

Sin embargo, el aumento de exposición a la luz solar, así como pasar un mayor tiempo de calidad con mamá y papá, ayudarán a que el peque llegue exhausto y contento a partes iguales al momento de dormir.

Tú, mejor que nadie, conoces a tu peque y sabes cuáles son esos límites infranqueables que le hacen estar irritables y demasiado cansado para disfrutar.

Espero que tengáis muy buen verano. Emmatrona no cierra, así que podéis seguir leyendo mis artículos o hacer una consulta de sueño si la necesitáis. No tienes más que rellenar el formulario.

Bebé durmiendo en verano

Emma Salado, coach sueño bebé

¿Puedo ayudarte?

Soy Emma Salado, matrona y coach de sueño infantil.

¿Tu bebé no duerme bien? ¿Estás preocupada y no sabes qué más hacer? ¿Sus problemas de sueño están afectando a toda la familia?

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