La llegada de un hermano. ¿Cómo afecta al sueño?

La llegada de un nuevo miembro de la familia es un momento inolvidable que se quedará en vuestro recuerdo para siempre. Pero ¿cómo se verán afectadas las rutinas? ¿Cómo se tomarán el resto de los hermanos estos cambios?

Cambios que se producen


Está claro que toda la logística familiar se verá afectada, al menos en un primer momento.

Comenzando por los 2-3 días que los papás pasarán fuera de casa y el peque mayor deberá quedarse con otro miembro de la familia. Así como la llegada a casa y las primeras semanas.

Además, mamá tendrá que ocupar gran parte de su tiempo en cuidar y alimentar al bebé.

Es posible que algunos horarios y rutinas (sobre todo las rutinas de la noche) se vean afectadas, aunque debemos procurar que esto suceda de la menor manera posible.

¿Se afectará su sueño?


Es posible que, para la llegada del nuevo bebé, el hermano mayor ya esté durmiendo realmente bien.

Quizá aún necesita apoyo, pero según su edad y cómo hayáis trabajado sus hábitos de sueño previo al nacimiento del bebé, en general suele haber pocos o ningún despertar.

Sin embargo, con la llegada del bebé, es muy frecuente que surja una regresión emocional muy importante y su sueño se vea bastante afectado.

  • La nueva situación suele generar angustia por tener a mamá menos disponible, lo que conlleva una intranquilidad que se refleja en el sueño tanto a la hora de conciliar como en los despertares.
  • Además, muchas veces coincide el momento de irse a dormir con un mal momento del bebé, la famosa “hora bruja”. Sobre las 20 h los bebés suelen ponerse intranquilos y sobrecansados y lo exteriorizan con llanto y necesidad continua de pecho y brazos.
  • Esta situación puede hacer que mamá no esté disponible para acostar al peque mayor y esto puede ser un problema si no está acostumbrado a esta situación con nadie más.
  • Además, el bebé ahora duerme en la habitación de mamá y papá y es posible que el peque mayor también quiera compartir habitación.
  • Es muy frecuente que haya una regresión en todos los patrones de comportamiento, no sólo en el sueño. Es posible que vuelvan a no controlar esfínteres, que requieran de nuevo el uso del chupete, no quieran vestirse solos o asearse… 

¿Qué podemos hacer previamente a la llegada?


Es importante que durante el embarazo trabajemos en la aceptación y la autonomía de nuestro peque:

  • Lo ideal es comenzar a trabajar en su sueño lo antes posible: es importante que acepte la rutina de irse a dormir con otra persona que no sea mamá y que no dependa de apoyos de sueño que sólo puede ofrecer ésta, como por ejemplo el pecho. No hablo de la idea de suprimirle la lactancia si este no es vuestro deseo, sólo de que aprenda a conciliar el sueño de otra forma.
  • Además, es importante a medida que se acerque el momento, explicarle qué va a pasar cuando sea el momento del nacimiento, con quién se va a quedar y dónde. Lo ideal es que alguien de confianza para el peque (abuela, tías…) pudiera ir a cuidarle a vuestra propia casa, pero si no es posible, puede quedarse a dormir una noche antes de que llegue el momento.
  • Si aún no tiene un sueño consolidado y queréis hacer el cambio de habitación, es necesario realizar el plan de sueño con tiempo. No es recomendable hacerlo con menos de 2 meses de antelación ni tampoco hasta 2-3 meses después del parto.

¿Qué podemos hacer una vez que haya llegado el bebé?


Los primeros días serán esenciales para la buena aceptación del peque mayor.

  • Es importante que le dediques tiempo de calidad al peque mayor cuando el bebé esté durmiendo o el papá pueda ocuparse de él. No es necesario dedicarle horas, sino que el único ratito que estéis a solas se lo dediques 100% a él.
  • Si habéis trabajado previamente el sueño con el papá, el momento de acostarle no deberá ser un problema. Si te requiere y algún día puedes, trata de hacer tú la rutina de antes de dormir (cuento, canción…)
  • Si estás sola en casa y es la hora de dormirse, puedes hacer esta rutina mientras das de mamar al bebé.No será una situación fácil, pero si ambos estáis tranquilos, el bebé también lo estará.
  • Si se le escapa el pis o te requiere para actividades que antes hacía por sí mismo, ten paciencia, es normal…no lo hace conscientemente para llamar la atención sino porque lo está pasando regular y tiene que adaptarse poco a poco a la nueva situación.
  • Recuerda que esto es una etapa más y pronto pasará y estaréis todos más adaptados. No te sientas culpable, le acabas de hacer el mejor regalo que una madre puede hacer a su hijo, un hermano.

Conclusiones

La llegada de un nuevo hijo puede ser una de las situaciones más bonitas y a la vez más estresantes de la crianza.

Es frecuente que la llegada de un hermano genere una regresión importante en el comportamiento general del peque mayor, y en concreto del sueño.

Trabajar en las rutinas, sueño autónomo, cambio de habitación y unos buenos hábitos de sueño puede ayudar mucho a que la regresión sea mas llevadera cuando suceda la llegada del nuevo miembro de la familia.

Lo ideal será trabajar en un plan de sueño personalizado lo antes posible y siempre como mínimo 1 mes antes o 2-3 meses después del nacimiento.

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Emma Salado, coach sueño bebé

¿Puedo ayudarte?

Soy Emma Salado, matrona y coach de sueño infantil.

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