Periodo de adaptación a la escuela ¿Cómo afecta al sueño?
Vuelve Septiembre y con él la vuelta al cole y la vuelta a las rutinas. ¿Cómo afectará el comienzo de la escuela al sueño de mi peque?
La vuelta al cole
Para algunos de nuestros peques serán la primera vez que pisen un colegio o una escuela infantil y para otros será la vuelta a la escuela tras pasar todo el verano fuera de ella.
Sea como sea, todos los peques deberán pasar de nuevo por un periodo de adaptación en el que lidiar con un ambiente desconocido, nuevas rutinas, ansiedad por separación etc.
Para los papás también esto es una situación nueva en la que debemos adaptar los horarios, rutinas y, en definitiva, nuestro ritmo de vida a ello. Encontrar el equilibrio y hacer malabares entre el trabajo y la vida familiar es algo que lleva tiempo conseguir.
¿Qué ocurre durante el periodo de adaptación?
Vaya por delante que el periodo de adaptación no dura 1 semana como nos dicen en la escuela sino mucho más tiempo y, además, este tiempo será variable de un peque a otro.
El periodo de adaptación dura lo que cada peque necesita para estar adaptado a la nueva situación.
Alguno de las situaciones que experimentan en este periodo son:
- Adaptación a nuevos horarios: seguramente necesiten madrugar más de lo habitual o los horarios de sus siestas variarán de los que tenéis en casa.
- Forma de dormirse: las siesta que haga en la escuela no serán con los mismo apoyos que en casa. Es posible que en la escuela le den apoyo si lo necesita, pero si tu peque necesita dormirse siempre al pecho o estar en brazos durante toda su siesta, debemos pensar que seguramente esto no vaya a ser posible de mantener en la escuela.
- Ambiente nuevo: cambiará el ambiente y los estímulos que éste le proporciona. En la escuela hay más luz, más ruido y un montón de juguetes y materiales nuevos. Esto puede impedirle conciliar el sueño en sus siestas de forma adecuada.
- Personas nuevas: tanto nuevos niños que estén a su alrededor como las educadoras encargadas serán totalmente desconocidos los primeros días.
- Ansiedad por separación: la persona con la que el bebé tenga especial apego o vínculo desaparecerá durante horas y esto, indudablemente generará un pico de ansiedad por separación más o menos intenso en función de cada peque. Hay algunos niños que lo exteriorizan más con llanto intenso etc y otros que lo observaremos más sutilmente, a lo mejor, comiendo menos cantidad o durmiendo peor sus siestas, pero todos en menor o mayor medida lo experimentarán.
Formas de expresión durante el periodo de adaptación
Durante este periodo de adaptación cada niño tendrá una expresión diferente de sus emociones. Podemos encontrarnos con:
- Alteraciones en el sueño, alimentación o en el control de esfínteres.
- Sentimientos de abandono o miedo con ansiedad por separación.
- El llanto es la manifestación más generalizada, sobre todo en el momento de la llegada a la escuela cuando se produce la separación de mamá o papá.
- Rabietas o conductas negativas en el hogar, incluso a pesar de que en la escuela no haya manifestado llanto o ansiedad.
- Algunos peques se niegan a recibir atención de las educadoras, sin permitir el contacto físico.
- Aislamiento del resto de los niños y actividades propuestas.
- Conductas agresivas como pegar o morder a otros niños o a las educadoras.
Debemos saber que todas estas actitudes son normales durante el periodo de adaptación sin que esto determine cómo se va a adaptar finalmente en el futuro a la escuela.
¿Cómo se afecta el sueño durante el periodo de adaptación?
Como hemos dicho anteriormente, es posible que tanto los horarios, como el número y duración de las siestas se vean afectados.
Los cambios de ambiente y de apoyos ofrecidos para dormirse la siesta, seguramente sean el aliciente para que durante los primeros días no duerma siestas adecuadas.
Pensemos que el peque deberá conciliar el sueño en un lugar que no conoce, con más luz y ruido del que seguramente esté acostumbrado, con otros peques quizá llorando o gritando a su alrededor y de una forma, mucho más autónoma de lo que lo hace en casa. A esto debemos sumarle que estará muy estimulado por las actividades que hayan realizado durante la mañana y con su correspondiente pico de ansiedad por separación por no estar en brazos y contacto de sus figuras de referencia habituales.
Además, si durante el día no hace sus siestas adecuadamente, es muy posible que llegue a la noche sobrecansado y habiendo generado varios picos de cortisol que dificulten más la conciliación y el mantenimiento del sueño.
Si aún toma pecho, aprovechará las tomas nocturnas para recuperar el tiempo que ha estado separado de mamá y disminuir así su ansiedad por separación. Si no toma pecho ya, de igual forma necesitará mucho contacto físico en la noche para solucionar sus despertares.En resumen, es muy probable que tu peque sufra una regresión emocional en todos los aspectos de su día a día y, como no, en el sueño también.
¿Qué podemos hacer en el periodo de adaptación?
A continuación, os hablaré de algunas ideas y estrategias que mejorarán su adaptación y disminuirán los efectos de la regresión.
- Una semana antes de empezar en la escuela es conveniente ir ajustando los horarios a la rutina que tendrá: acostarse más temprano, los horarios de las comidas, etc.
- Es muy importante que cuidemos el descanso, ya que las primeras semanas son agotadoras, tanto a nivel físico como a nivel emocional. Si no ha dormido adecuadamente sus siestas en la escuela, puedes ofrecerle una siesta cuando salga y lleguéis a casa o adelantar mucho la hora de dormirse, si es necesario.
- Dependiendo del centro, los primeros días podréis acompañarle durante las horas que se quede en la escuela. Esto sería lo ideal porque podrá comenzar a reconocer y explorar el ambiente en presencia de su figura de apego. Si no os dan esta opción en la escuela, al menos trata de estar presente en la entrada y en la salida.
- SIEMPRE despídete de tu bebé. Tenga la edad que tenga. Aunque esto suponga que hay más llanto que si le dejas jugando y te vas sin que se dé cuenta.
- Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación, decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de la familia es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.
- No le mientas diciéndole por ejemplo “Mamá viene ahora” o le chantajes.
- Llévale sus objetos de apego que le recuerden a un ambiente conocido. Su chupete, doudou, incluso sus sábanas donde dormir la siesta o una mantita que huela a ti.
- No es un buen momento para introducir más cambios en sus vidas (quitar pañales, cambio de habitación…). Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación antes.
- Es posible que cuando vayas a buscarle muestre sentimientos de llanto o indiferencia, éstas son algunas manifestaciones, ya que experimenta sentimientos ambivalentes y contradictorios.
- Mantén una buena comunicación con la educadora, esto nos ayudará a estar más tranquilos y tu bebé seguro que lo notará.
- Acepta este proceso como una etapa normal que pronto pasará.
Conclusiones
Es periodo de adaptación a la escuela es un momento lleno de cambios en sus rutinas, horarios, descanso, alimentación etc.
Esto genera una gran regresión a nivel emocional en la que se verá afectada diferentes aspectos de tu peque.No es el mejor momento para hacer cambios significativos y tampoco para comenzar a trabajar el sueño autónomo si hasta entonces no lo habíais hecho. Es preferible esperar a verle totalmente adaptado a la nueva situación antes de generar más cambios.
Si necesitas ayuda con el sueño de tu peque, puedes escribirme en el siguiente formulario o reservar tu primera consulta gratuita en el enlace de aquí abajo.
¿Puedo ayudarte?
Soy Emma Salado, matrona y coach de sueño infantil.
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