El poder de las rutinas: por qué son tan importantes y cuál es una buena rutina de sueño
Las rutinas son muy beneficiosas para mayores y pequeños. A los mayores nos ayudan a organizarnos y planificar el día. Y a los pequeños, les aportan seguridad para saber cuál es la siguiente actividad que vendrá y en qué momento del día toca comer, dormir o jugar.
¿Qué son?
Cuando hablamos de rutinas, nos podemos referir tanto a las del día como a la rutina antes de dormir. Estas últimas, deben ser tranquilas para que les ayuden a bajar revoluciones y predecibles para que el peque reconozca que es la hora de irse a dormir.
¿Cómo establecerla?
No se trata de tener una rutina estricta que nos agobie y no nos deje vivir. Tenemos que verla como nuestra gran aliada y no como nuestra enemiga. Tampoco se trata de estar cronometrando cada actividad y estar pendientes de reloj continuamente, sino empezar la rutina de la noche todos los días a la misma hora, aunque unos días se nos alargue un poco más que otros.
Alguna de las cosas que debemos tener en cuenta en cuanto a la rutina son
- No hay una rutina ideal universal. La rutina ideal, será la que se ajuste a cada familia. Por tanto, debéis decidir cuál os funciona y en qué orden se ajusta mejor a vuestro peque.
- En la rutina de la noche deberemos incluir actividades que bajen revoluciones y no sean estimulante. Evitar el uso de pantallas y actividades que impliquen ejercicio físico como saltar o bailar. Los cuentos que leamos justo antes de acostarles deben ser sin luces o demasiadas interacciones que les pongan nerviosos.
- Cuando comencemos con la rutina de noche, es importante oscurecer el ambiente. Si aún es de día, como ocurre en verano, debemos bajar persianas y disminuir la luz natural. Esto ayudará a que comience la secreción de melatonina que ayudará a que concilie más fácilmente el sueño a la hora de acostarse.
- La última parte de la rutina, debemos realizarla en la habitación, a puerta cerrada y con luz tenue. En esta última parte, no se recomienda incluir comida (pecho o biberón) para que el peque no asocie comida con sueño.
- Si hay alguna parte de la rutina que no le gusta o le pone nervioso, intentaremos realizarla lo antes posible y dejar las actividades más placenteras para el final.
- Antes de la siesta también es importante tener una mini rutina que se lo indique. No es necesario que sea tan larga y elaborada como la de la noche. Quizá leerle un único cuento o cantarle una canción es suficiente.
- Terminarla siempre con besos y abrazos justo antes de acostarles, puede ser una forma bonita de terminar el día y conseguir que se vayan a dormir felices y tranquilos.
Ejemplo de rutina
Aquí te dejo un ejemplo de rutina de noche. Como os digo, cada familia elegirá la suya y el orden que mejor se adapte a ellos:
- Baño
- Masaje y pijama
- Cena
- Lavar manos y dientes
- Cuento
- Besos y abrazos
- ¡A dormir!
Una vez que establezcáis vuestra propia rutina, deberéis calcular cuánto tiempo os lleva habitualmente y ajustar la hora de su comienzo a la hora en la que vuestro peque debe acostarse. Como os digo, unos días os llevará algo más de tiempo que otros y debemos ser flexibles.
Conclusión
¿Y vosotros, lleváis rutina en casa? ¿Que os funciona mejor? Si no sabéis como establecer una que funcione con vuestro peque, puedo ayudaros. Analizando sus horarios y temperamento, crearemos la mejor rutina para toda la familia y conseguiremos el descanso que os merecéis.
¿Puedo ayudarte?
Soy Emma Salado, matrona y coach de sueño infantil.
¿Tu bebé no duerme bien? ¿Estás preocupada y no sabes qué más hacer? ¿Sus problemas de sueño están afectando a toda la familia?
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Sigo tus consejos! Me están cambiando la vida!