Despertares tempranos
Son las 5 ó 6 de la mañana y tu peque se despierta. Si bien, te das cuenta de que este no es un despertar normal a partir del cual te reclama y necesita de tu apoyo para volverse a dormir, sino que, ¡está listo para comenzar el día!
¿Qué son los despertares tempranos?
Normalmente consideramos despertar temprano a aquel que sucede a partir de las 5 de la mañana para un peque que se acuesta sobre las 20 h. Si se despierta antes de esa hora, este se considera un despertar nocturno.La principal diferencia entre uno y otro es su actitud. Como decíamos anteriormente, en el despertar temprano, su actitud es de juego y ganas de levantarse. Es común que pueda pedir algo de comer o simplemente quedarse en su cuna jugando, pero sin ninguna intención de volverse a dormir.
¿Por qué se producen los despertares tempranos?
Algunas de las causas que explican estos despertares pueden ser:
Si se levanta contento:
- Durmió lo suficiente. No podemos pretender acostar a nuestro peque a las 19 h y creer que a las 8 de la mañana aún va a seguir durmiendo. Las expectativas deben ser realistas
- Exceso de sueño diurno, a partir de muchas siestas en el día o de muy larga duración
- Luz excesiva. Debemos mantener la oscuridad en la habitación para alargar este periodo de sueño
- Horarios que no funcionan
Si se levanta enfadado:
- Se acuesta muy tarde. Uno de los principales motivos de los despertares tempranos es el sobrecansancio, sobre todo si la última ventana de la tarde es muy larga
- Necesidad de practicar alguna habilidad que no hace en la noche. Si está pasando por alguna regresión de sueño o superando un hito importante del desarrollo como ponerse de pie, caminar o gatear, es muy probable que en cuanto recargue pilas, quiera continuar practicándola
- Falta de siestas. Debido al sobrecansacio que hablábamos anteriormente
- Tiene hambre. Según su edad es posible que aún necesite alguna toma nocturna, al igual que si la alimentación en el día es deficiente
¿Por qué cuesta tanto que se vuelvan a dormir en esta hora?
- La presión de sueño ha disminuido. A estas horas, un peque que se ha dormido a las 20 o 21 h ya lleva muchas horas durmiendo. Así que, si se produce el despertar, le costará mucho más conciliar el sueño
- El cortisol. A medida que avanza la noche, la melatonina disminuye y el cortisol va aumentando para irnos preparando para el nuevo día
- Las fases del sueño. La primera parte de la noche prioriza el sueño profundo, mientras que en la segunda parte de la noche, abunda el sueño REM. En esta fase ulterior, cualquier mínimo ruido, luz o estímulo puede hacerles despertar con mucha facilidad
¿Qué podemos hacer para evitar los despertares tempranos?
Por tanto, ya sabemos cuál puede ser la causa y por qué les cuesta tanto dormirse en estas horas. Pero ¿qué podemos hacer para solucionarlos?
- Oscurece la casa 1 hora antes de acostarle y evita el uso de móviles, tablets, o cualquier tipo de pantallaque emita luz azul. Dicha luz impide el pico de melatonina, ya que, el cerebro lo identifica como luz solar y adopta consecuentemente la idea equivocada de que aún es de día
- Revisa el ambiente y trata de mantener la habitación totalmente a oscuras. Si además hay algún ruido externo (de los vecinos o de algún padre que se tiene que levantar para irse a trabajar), podemos añadir ruido blanco para intentar amortiguarlos
- Comprueba que el pañal no esté excesivamente cargado
- Considera si puede tener frío. La temperatura corporal va descendiendo a lo largo de la noche, llegando al punto más bajo sobre esta hora (5-6 de la mañana)
- Calma. Aunque le veas más despierto y dicharachero de lo normal, actúa sin estimularle ni enfadarte, sinocomo si fuera un despertar nocturno más. Recuérdale que aún no es hora de despertarse
- No le cambies de ubicación. No le saques de su cuna ni de la habitación ya que le estarás enviando señales equivocadas de que ya es la hora de levantarse. Además, si te rindes y decides levantarle, es posible que cada día madrugue un poco más
- No creas que por limitarle la siesta o acostarle más tarde vas a conseguir retrasar la hora de despertarle, sino todo lo contrario. Recuerda que uno de los principales motivos es el sobrecansacio
- Paciencia. Intenta no perder la calma y actúa sin darle demasiada importancia. Poco a poco, conseguiréis unos horarios más acordes al resto de la familia
Conclusión
Los despertares tempranos son un quebradero de cabeza para muchas familias. Los peques son madrugadores por naturaleza y debemos tener expectativas realistas sobre su hora de despertar.
Debemos buscar la causa que puede estar afectando a este despertar temprano: las regresiones, el sobrecansacio o el hambre son algunas de las más frecuentes. Lo importante es mantener la calma y actuar como si fuera otro despertar más de la noche.
Más importante aún, no trates de quitarle una siesta o acostarle más tarde, puesto que esto no funciona, sino todo lo contrario. Es difícil de entender, pero confía en mí.
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¿Puedo ayudarte?
Soy Emma Salado, matrona y coach de sueño infantil.
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